Los motilone-bari creen que han engañado a Dios y, por lo tanto, han perdido el camino hacia Él. Esta etnia está convencida de que Dios vive más allá del horizonte y que la vida es como un sendero, así que confían en su cacique para que los guíe por ese sendero. Ellos confían en el poder de los brujos curanderos para sanarlos.