Las restricciones hacen difícil el acceso de obreros que quieren llevar el evangelio a Turkmenistán, y la persecución obstaculiza el crecimiento de la iglesia. La religión principal de los turcomanos es el Islam, sin embargo, también practican el misticismo y otras tradiciones religiosas. Aun así, nada es realmente un obstáculo para Dios y su plan de salvación entre los turcomanos.